A nuestros niños les ha encantado este cuento clásico y más cuando les hemos dicho que ibamos a simular al lobo pintándonos las manos con harina. Os podeis imaginar como ha quedado la clase.
Para acabar hemos hecho unas marionetas de dedos, se han dedicado a darse sustos entre ellos toda la mañana.
jo que divertido lucia siempre recordara ese cuento gracias a la harina! ja ja ja
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